En Chinchiná, la paciencia de los comerciantes se agota. En las últimas semanas, pequeños y medianos empresarios han denunciado un incremento alarmante de llamadas extorsivas, una situación que mantiene en zozobra al comercio local.
Los afectados aseguran que esta problemática no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia creciente en todo el Eje Cafetero. Testimonios de comerciantes, trabajadores del sector salud y líderes comunitarios describen un panorama preocupante: la presencia de grupos criminales es cada vez más evidente, mientras que las respuestas por parte de las autoridades son percibidas como insuficientes.
“El miedo es diario. No sabemos si mañana podamos abrir el negocio sin que nos amenacen otra vez”, afirmó uno de los comerciantes afectados, quien pidió mantener su identidad en reserva por seguridad.
Líderes locales advierten que, de no tomarse medidas inmediatas, la extorsión podría seguir expandiéndose y afectar gravemente la economía del municipio. La comunidad exige operativos contundentes, investigaciones rápidas y garantías reales para poder trabajar sin miedo.
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