Lo que faltaba

¡Atención, ciudadanos! Prepárense para la noticia que (probablemente) cambiará el rumbo de la nación y que, admitámoslo, nadie esperaba pero que, como la cuota de manejo del banco, ahí está. Mauricio Lizcano, sí, ese mismo, el excongresista que uno juraría que ya lo había visto en todas las novelas de la tarde, ha dado el primer paso oficial hacia la Presidencia de la República. ¡El primero! Imagínense la proeza, mientras los demás apenas están decidiendo si se ponen medias o calcetines, Lizcano ya está inscribiendo su movimiento, "Firmes con Lizcano, Colombianismo". Suena a marca de café descafeinado para insomnes, pero no, es para recoger 3 millones de firmas. ¡Tres millones! La meta no es modesta, es digna de un superhéroe con capa y superpoderes para convencer al más escéptico.

¡Basta de divisiones, caramba! (Y de la filosofía barata)

El candidato, con una sabiduría que asombra y que seguramente le llegó en un ataque de inspiración divina, ha declarado que "un país dividido es un país fracasado". ¡Increíble revelación! Nadie lo había pensado antes, es como descubrir que el agua moja. Y es que, según Lizcano, los políticos colombianos (¿quiénes, específicamente? ¡Ah, el misterio!) se han dedicado a dividir, estratificar e insultar. Pero él no, él es diferente, él es la excepción a la regla. Mientras los otros 50 (¡sí, CINCUENTA! ¡Parece una audición de ‘La Voz Colombia’!) candidatos se dedican a construir muros, Lizcano, con su mazo de la concordia y su ingenio de arquitecto frustrado, se dedicará a construir puentes. Seguramente puentes peatonales, vehiculares, y hasta puentes intergalácticos, si es necesario, para conectar a los alienígenas con nuestra problemática nación.

Un héroe con historia de secuestro (y de las TIC, porque hay que estar a la moda)

Para que no queden dudas de su talante heroico y de que es un "hombre del pueblo" (o al menos un hombre que ha estado en contacto con tragedias ajenas), Lizcano nos recordó su paso por el Congreso durante 12 años, y luego, para no perder el ritmo y demostrar que es un todoterreno, su brillante gestión como ministro de las TIC. Pero la verdadera joya de la corona es su historia personal, esa que toca la fibra sensible: su papá fue secuestrado por las FARC. Un momento trágico, sí, pero que Lizcano ha sabido capitalizar para demostrar su compromiso con la liberación de todos los secuestrados. Porque, claro, antes de él, nadie se había preocupado por eso, ¡todos estaban muy ocupados con Netflix!

Escuchando al pueblo (y prometiendo más milagros que el mago Merlín)

En las últimas semanas, este trotamundos de la política que parece tener supervelocidad, ha recorrido el país escuchando a "miles de ciudadanos". No uno, ni dos, sino miles, ¡seguramente con audífonos inalámbricos para no perder detalle! Y para él, la propuesta política no debe ser "ideológica", sino "incluyente". Un concepto revolucionario, sin duda, que suena a "hagamos lo que sea, pero que parezca que pensamos en todos". ¿Y qué nos promete? Un país donde las mujeres vivan sin miedo (porque antes vivían aterradas, suponemos, escondidas bajo la cama), los jóvenes encuentren oportunidades (que antes no existían, estaban condenados a jugar videojuegos), los emprendedores reciban apoyo (una novedad absoluta, antes los emprendedores eran vistos como bichos raros), y los delincuentes ¡sientan el peso del Estado! (¿Se habrán dado cuenta los delincuentes de que el Estado tiene peso? ¡Quizás pensaban que era una pluma!).

Así que, colombianos, Lizcano, quien empezó su carrera pública a los 25 años (un prodigio, claramente, como el niño que aprende a sumar antes de hablar), los invita a unirse a la recolección de firmas. Porque, según él, este proyecto "no pertenece a unos pocos, sino a todos". Sí, a todos ustedes, que creen que Colombia "merece más". ¡Y quién sabe, quizás con Lizcano en la presidencia, Colombia finalmente reciba ese "más" que tanto anhela! ¿O quizás sea más de lo mismo, pero con un empaque diferente y una etiqueta que dice "novedad"? La comedia política está servida, ¡y el chiste apenas comienza!