Chinchiná, 3 de junio de 2025 — La montaña colapsó, y con ella se vino abajo la tranquilidad de decenas de familias en Chinchiná. Un deslizamiento de tierra arrasó con varias viviendas en los barrios San Carlos 2, Funvascar y Juan Pablo II, dejando un saldo de al menos 52 familias damnificadas y un fuerte sentimiento de abandono entre los habitantes. Afortunadamente no se reportaron víctimas fatales, pero las pérdidas materiales y emocionales son incalculables.
La emergencia se desató en la mañana de este martes sin que, según múltiples testimonios, hubiera una sola advertencia por parte de las autoridades locales. “La tierra se vino encima y nadie nos avisó. ¿Dónde estaba la alcaldía cuando más la necesitábamos?”, expresó una vecina que tuvo que salir corriendo con sus hijos en brazos.
Las casas afectadas han sido declaradas inhabitables por el riesgo que persiste en la montaña. Aunque la maquinaria amarilla ya trabaja en la remoción de tierra y el Ejército Nacional presta apoyo en labores de seguridad, para muchos la ayuda llegó tarde. “No estamos pidiendo limosna, estamos exigiendo que nos cuiden antes de que ocurran estas tragedias. Hoy fue la tierra, mañana quién sabe qué”, dijo otro residente afectado.
La alcaldía anunció que en los próximos días entregará un subsidio económico para cubrir el arriendo de viviendas temporales, pero la comunidad insiste: la prevención salva vidas, y la ausencia del Estado en momentos críticos también es una forma de violencia.
Esta tragedia deja en evidencia la urgente necesidad de un sistema de alerta temprana, planes de evacuación y una verdadera gestión del riesgo en los sectores más vulnerables del municipio.