EMPOCALDAS
conecta tubos, desconecta barrios y aún así cobra como si nada pasara
Una vez más, los habitantes de Chinchiná deberán prepararse para estar sin suministro de agua este lunes 14 de julio, debido a una nueva intervención en las redes hidráulicas. Esta vez, según se informó, la suspensión se debe a la conexión de un tubo cerca al colegio Mitre.
Pero lo que más molesta a la ciudadanía no es solo la interrupción del servicio (cada vez más frecuente), sino la ausencia total de compensación, soluciones reales y respuestas claras por parte de la empresa llamada EMPOCALDAS, más conocida entre los usuarios como EMPOFALLAS.
Mientras las familias hacen malabares para abastecerse y cumplir con sus actividades diarias, la empresa —que debería estar al servicio de la comunidad— al parecer ha optado por otra estrategia: invitar a los concejales de Chinchiná a sus instalaciones para darles explicaciones que pocos creen y muchos consideran simples enredos.
¿Tour institucional o maquillaje de la crisis?
Fuentes internas aseguran que esta visita busca “mostrar avances”, pero en las calles la percepción es otra. Los usuarios no ven mejoras, no reciben descuentos por los días sin agua, y las tarifas siguen siendo altas, pese a la continua deficiencia del servicio.
“Ellos no fallan para cobrar, pero sí para servir. Nos están robando en la factura cada vez que pagamos por un servicio que no recibimos con continuidad”, expresó una vecina del barrio Popular.
¿Y si se va EMPOCALDAS V?
La pregunta ya empieza a sonar fuerte entre ciudadanos y líderes comunitarios:
¿Es hora de que EMPOCALDAS V renuncie a operar en Chinchiná y Palestina?
Cada día crece la indignación. La gente pide una empresa que sí se preocupe por los usuarios, que responda, que repare y que no se esconda detrás de comunicados técnicos cada vez que algo falla… que en este caso, es casi siempre.